Autor: Dr. Raúl Duarte Castillo
Universidad Pontificia de México
Introducción
Por más que busquemos, no encontraremos en los Evangelios ni en las cartas, alusión alguna a un mandato de Jesús de guardar sus palabras o sus acciones por escrito. Sí encontramos invitaciones a sus discípulos para que guarden sus palabras y algunas acciones para la posteridad. Piénsese en la comida en casa de Simón el leproso en Betania (Mc 14,3-9). . El discursos escatológico de Jesús: "La buena noticia del Reino se proclamará a todas las naciones, y entonces llegará el final". Mt 24,14 y paralelos. El mandato final a sus discípulos (Mc 16,14-18; Lc 24,36-49; Mt 28,16-20). Les manda que hagan discípulos, como se empleaba entre los rabinos de su época. El discursos escatológico de Jesús: "La buena noticia del Reino se proclamará a todas las naciones, y entonces llegará el final". Mt 24,14 y paralelos.
Jesús tenía una doctrina y discípulos: "El sumo sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y su enseñanza. Le contestó Jesús: - Yo he hablado públicamente al mundo; yo he enseñado siempre en sinagogas o en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas". Jn 18,19-20. /Los discípulos aparecen por todos lados preguntando a Jesús o siendo objeto de las preguntas de Jesús. Evidentemente que se nota la relación maestro-discípulos y que Jesús les está enseñando para el futuro. Ellos llaman a Jesús maestro y otros lo llaman también así. Y se dirigen a los discípulos como discípulos (Mt 17,24-27). "Jesús llamó dentro de los discípulos a Doce y los hizo los Doce, para que estuvieran con él, predicaran y sanaran a los enfermos": Mc 3,13-19/ Nadie piensa, como asevera Shmuel Safrai , encontrar escritos o copias de escritos de los fariseos del siglo primero de nuestra era. Así, ¿por qué admirarse de que no tengamos fragmentos o copias de escritos de los testigos de Jesús?
Es claro, dominaba entonces ampliamente la transmisión oral. La transmisión de la literatura o doctrina farisea era oral. A veces se escribía algo, para ayudarse. Megillat Taâanit(rollo de fiel), IV Esdras(= 2 Esdras) y Apócrifo siríaco de Baruc.
La enseñanza estaba basada en la instrucción oral y no en textos que se leyeran. Las fuentes rabínicas hablan de la instrucción oral en las sinagogas. La documentación de esta literatura oral, se tiene a finales del siglo II d.C. en la edición dela Misná, por obra de Rabbi Yehuda ha Nasi. Este material viene desde el siglo I a.C. Como dije, esto no excluía que los estudiantes escribieran en pequeñas notas. Habrá que hablar pues de la tradición o enseñanza que se pasa de uno a otro oralmente.
1.- Delimitación
Presentaré de una manera general lo que se entiende por Tradición jesuana, cómo se desarrolló y cómo se puede situar en el movimiento que va a producir el Evangelio. Habrá que ir a beber la concepción de la tradición jesuana en las aguas de la tradición bíblica y, más en concreto, en el Judaísmo de Palestina de los primeros siglos de nuestra era.
Lo que unía a los judíos de los dos siglos anteriores y posteriores al cristianismo, era la Torah. Para ellos Torah significaba, en sentido amplio, lo que se entiende hoy por Sagrada Escritura, Libro santo, Palabra santa. En sentido restringido, este término se podía emplear para designar los cinco primeros libros de la Biblia, el Pentateuco. En el Nuevo Testamento se traduce este término por Ley, pero su traducción exacta sería Instrucción.
La tradición funcionaba bajo tres aspectos distintos. Lo anterior puede tener algo de subjetivo en cuanto es un intento de articular lo que se encuentra disperso en distintos lugares. Cuando se habla de tradición, se puede pensar en tradición verbal: un conjunto de textos, orales o escritos; en tradición de prácticas y costumbres; o en tradición de instituciones. En lo siguiente me voy a referir, ante todo, al primer aspecto, a la tradición verbal.
2.- Comprensión judía de tradición
En el tratado Abot de la Misná, se dice: "Moisés recibió la Torah en el Sinaí y la transmitió a Josué. Josué la transmitió a los ancianos y los ancianos la transmitieron a los profetas. Los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea. Estos dijeron tres cosas: sean ponderados en el ejercicio de la justicia; susciten muchos discípulos; hagan una cerco alrededor de la Torah". Abot 1,1.
Aparece una concepción acerca del valor supremo de la Torah y de sus necesaria transmisión. Tan importante es la existencia de la Torah, como la existencia de la manera de transmitirla. La tradición es inseparable de la Torah. La Palabra divina, diríamos el Dios que se revela, no es conocido sino en cuanto que hay hombres que reciben su Palabra y la transmiten en una cadena de maestro-discípulo. De aquí la insistencia en suscitar discípulos.
Se trata, como lo dejan suponer otros textos de la literatura tanaita (Misná, Tosefta y Midrases haláquicos/escritos de alrededor del siglo III d.C., pero que contienen material que viene desde el siglo I a.C.), de la Torah escrita y de la Torah oral. Según esta concepción, la revelación divina está formada de las dos partes. Los escritos rabínicos posteriores desarrollarán la afirmación que la Torah completa ha sido dada enteramente en forma oral y después, parcialmente, por escrito. La Torah oral recibe, transmite e interpreta a la Torah escrita. Se llegará a decir que la Torah oral suplanta a la Torah escrita.
Los sabios actualizan la Palabra de Dios en determinados momentos. Reducen así la Ley a un precepto, o a dos combinados. Esto supone libertad en el uso e interpretación de la Torah, supone un control que se ejerce por la relación maestro-discípulo, que se funda en el origen mosaico de la Torah y en el centro de la comunidad depositaria del Espíritu divino.
Esta Torah, recibida por Moisés y pasada a sus sucesores, contiene una fuerza tremenda de expansión, de adaptación infinita para todas las generaciones y para todas las situaciones. Lo que no es otra cosa que lo que vemos testimoniado dondequiera que se habla o trata de una tradición. Para conservar a ésta en su sentido original , hay que adaptarla a las circunstancias que cambian, so pena de transmitir palabras o realidades que han perdido su significado original.
3.- La transmisión oral
Según lo muestra la etnología, los pueblos antiguos y, en concreto, la gente del pueblo, es capaz de conservar de memoria largos relatos y narraciones y aun por un tiempo que se puede extender a varias centurias de años. Para esto desarrolla evidentemente una técnica anclada en las posibilidades de la memoria. Los etnólogos escandinavos se han ocupado del problema y han mostrado casos innumerables, entresacados, en la mayoría de los casos, de su mundo, de las sagas septentrionales . Pero lo afirmado por ellos, no se puede circunscribir a su mundo septentrional europeo, sino mutatis mutandis, se puede afirmar de todos los pueblos.
El pueblo de Israel, como los demás pueblos semitas, desarrolló una especial técnica para conservar sus tradiciones. En concreto, en el mundo de la Biblia, vemos cómo en la formación de sus libros, véase por ejemplo en los libros proféticos, el círculo receptor de cada profeta conservó sus palabras fielmente, haciendo adaptaciones con el tiempo para ser fiel a las antiguas palabras.
Los hebreos emplearon entre otras cosas, la potencialidad de su memoria, desarrollando la capacidad individual para retener. En un mundo en que el escrito era algo extraordinario, había que tratar de retener mucho y por largo tiempo.
Para ser fieles, los hebreos distinguieron entre lo que era texto y lo que era comentario. Esto lo hicieron para ser fieles a lo anterior y para ser actuales en el mundo en que vivían.
La concisez fue una virtud que se ejerció en alto grado, a favor de la transmisión oral. Dado que un texto mientras más conciso es, más fácil se transmite, se puso la brevedad como regla. Es el camino corto(derek qesarah) del que hablan los rabinos. Cf. Qo 5,2.
En aras de la transmisión oral se desarrolló el paralelismo, esa repetición ondulante que con variadas palabras repite el mismo significado, produciendo solemnidad e incisividad: Dt 6,6-7. El ritmo y la melodía en la recitación de los textos, ayudaban grandemente a la retención en la memoria. Se recitaba en una especie de cantilación. Además, ya desde los tiempos anteriores al destierro babilonio, se escribía algo para conservar mejor, para ayudar a la transmisión. En el siglo primero de nuestra era se escribían pequeñas notas, una especie de memoranda(upomnhmatismoi) para ayudar a la memoria.
No se puede decir, teniendo en cuenta la manera como se compusieron los libros bíblicos, sobre todo los profetas, que la técnica de memorizar fuera una novedad radical introducida por las escuelas rabínicas del siglo II d.C., como pretende J. Neuser , siguiendo a su maestro Morton Smith. No se puede explicar todo el sistema rabínico de transmisión como algo que venía de la nada, teniendo en cuenta, sobre todo, el corto tiempo que separa la aparición del rabinismo de la destrucción de Jerusalén. Había, claro, una tradición y manera de transmitir seria anterior al año 70 d,C., aunque no en la forma tan perfecta como se fijó con el Rabinismo. El mismo Neusner admite que hay continuidad del Rabinismo con lo anterior .
Los sabios o maestros en tiempo de Cristo desarrollaban mucho la mnemotecnia para transmitir sus tradiciones. Lo hacían para salvaguardar esa Torah que venía de Moisés, tratando de adaptarla al momento histórico. Por esto los sabios procuraban no simplemente repetir la Torah, sino entenderla. Se consideraban como una antorcha encendida por otras antorchas, que a su vez iban a pasar la luz a antorchas sucesivas.
El Nuevo Testamento confirma ese sentido de la tradición oral. Se puede ver los textos de Pablo en Hch 22,3: "Yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia, pero me eduqué en esta ciudad. Mi maestro fue Gamaliel; él me instruyó en la fiel observancia de la Ley de nuestros antepasados. Siempre he mostrado un gran celo por Dios, como vosotros hoy"; "Tres días después, Pablo convocó a los dirigentes de los judíos. Cuando llegaron, les dijo: - Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de nuestros antepasados, fui detenido en Jerusalén y entregado a los romanos" Hch 28,27; "Incluso aventajaba dentro del judaísmo a muchos compatriotas de mi edad como fanático partidario de las tradiciones de mis antepasados". Gal 1,14. Esta concepción de la tradición aparece en los mismos textos evangélicos: ãHabéis oído que se dijo a nuestros antepasados...Mt 5,21.27.33.38.43; "¿ Cómo es que tus discípulos no observan la tradición de nuestros antepasados? ¿Por qué no se lavan las manos para comer?" Mt 15,2. Se habla de la tradición de los ancianos, de las tradiciones paternas, de las costumbres paternas. Aparecen los términos técnicos que se empleaban para hablar de la transmisión oral: paradidonai(entrregar): Mc 7,13; paralambanein(recibir): Mc 7,4; istamai(sostener): Mc 7,9; kratein(mantener): Mc 7,3.8; peripatein(andar de acuerdo a , portarse): Mc 7,5; parabainein(transgredir): Mt 15,2
Se puede afirmar sobre la base de la anterior evidencia, que Pablo y los judíos del tiempo de Jesús, tenían idea de la transmisión oral de la tradición, que contenía en sí tradiciones de valor desigual, pero que eran conscientes de que se debían mantener escrupulosamente.
4.- La tradición en el cristianismo primitivo
Los Hechos de los Apóstoles, confirmados ampliamente por las cartas auténticas paulinas, muestran como Pablo alude a la tradición como lo hacían los fariseos. La iglesia naciente posee algo normativo, que Pablo llama paradosis o paradoseis (tradición, tradiciones): "Os felicito, porque os acordáis siempre de mí y conserváis las tradiciones tal cual os las he transmitido". 1 Cor 11,2; "Así pues, hermanos, permaneced firmes y guardad las tradiciones que os hemos enseñado de palabra o por escrito". 2 Tes 2,15; "Finalmente, hermanos, en nombre de Jesucristo, el Señor, os mandamos que os apartéis de todo aquel que viva ociosamente y no se porte según la enseñanza que de nosotros recibió". 2 Tes 3,6. Pablo habla de ese pasar algo de uno a otro: paradidonai(entregar); paralambanein(recibir como tradición): 1 Cor 11,23 "Por lo que a mí toca, del Señor recibió la tradición que os he transmitido, a saber, que Jesús, el Señor, la noche en que iba ser entregado, tom{o pan..."; 1 Cor 15,1.3;Gál 1,9;Fil 4,9; 1 Tes 2,13;4,1; 2 Tes 2,6; kratein(manener): 2 Tes 2,15; katakhein(retener): 1 Cor 11,2; istekenai8sostener): 1 Cor 15,1; peripatein(andar de acuerdo a, comportarse): 2 Tes 3,6.
El cristianismo es, pues, consciente de oseer una tradición que les es propia, que es variada, que los jefes la entregan a la comunidad, que èsta a su vez la tiene que guardar y mantenner viva.
Pablo y la tradición de Jesús
Los primeros escritos del cristianismo se los debemos a la mano de Pablo: sus cartas. Se pueden adjudicar éstas, grosso modo a la dècada que va del año 50 al 60 d.C.
pablo en sus cartas habla apoco acerca de los acontecimientos de Jesús. Algunos han querido sacer de este silencio conclusiones de que lo que se llama el Jesús de la historia, no tenìa ningún interés para el Apóstol, porque no formaba partge de la fe primitiva.
Sin embargo, se debe tener encuanta la clase de literatura que nos queda de Pablo. Se trata de cartas, que como su género lo indica, son escritos circunstanciasles que no pretenden ni ueden ir más allá de las circunstancias a las que están ligadas. En esta clase de literatrua no se puede esperar que se nos hable de Jesús como en otra clase de literatura, los Evangelio, donde el objetivo principal es transmitir los hechos y dichos de jesús en orden al alimentar la fe.
Con todo, hay indicaciones claras de que Pablo conoce la tradición de Jesús. Dice que ha entregado a sus comunidades una tradición atoritativa: 1 Cor 11,2.23;l5,1 sig.; Gal 1,9; Fil 4,9; 1 Tes 2,13;4,1; 2 Tes 2,15;3,6. No nos dice explícitamente aquí de qué clase de material se trate; pero, por lo siguiente, se ve que sin duda serefería a la tradición de Jesús que se entregaba oralmente.
Haydos pasajes en que claramente alude Pablo a la tradición de Jesús. En 1 Cor 7,10.12 distingue claramente entre la autoridad que proviene de unas palabras del Señor a las que alude (Mt 5,22;19,9) y su opinón persona, que no se puede comparar con la autorida de Jesús. Hay otro pasaje, 1 Cor 9,14 en que alude a unas palabras del Señor, que son las que se tienen en Mt 10,9sig; Lc 10,7.
Existen, por otro lado, dos citas directas de la tradición evangélica. Estas citas están en 1 Cor 11,23 sig. y en 15,1 sig. La comunidad ha recibido estas palabras o en forma de escritos o en forma oral. Parece mejor pensar que los haya recibido la comunidd en forma oral.
Pablo dice en los anteriores textos cuál es el ambiente vital que originó la ransmisión de las palabras y dichos de Jesús. No fue la parenesis (como pensaba Dibelius) que supone el conocimiento de los hechos y dichos de Jesús, ni en la litrugia que también supone conocidos estas palabras. La transmisión de los hechos y dichos de Jesús tuvo lugar enun acto consciente técnico de instrucción.
La tradición en el Evangelio.
La Historia de las ormas, compleada acon el método de la Redacción, ha ofrecido datos que se pueden considerar el día de hoy como defiitivos y que, vistos a la luz de la etnología y de los que sabemos de la técnica de transmisión oral de la época rabínica, ofrecen una imagen de cómo se formaron y ransmitieron los dichos y hechos de Jesús.
A penar de ciertas divergencias, en cuanto al origen y a la evolción del término evangelkio, hay un consentimiento en que se éte se refiere a la predicación oral. Significa la palabra que se predica, las buenas noticias que se comunican alegremente. El contenido son las buenas noticias acerca de que Dios se hizo presente en Jesús para nuestra salvación. Esta predicación se refiere a Jesús y losescritos que contienen esta tradición acerca de Jesús, se vinieron a llamar al menos desde el siglo II d.C., Evangelios .
En estos escritos se pueden distinguir dos grupos. Uno formado or los tres Evangelios que se han venido llamando sinópticos. Son los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. El segundo grupo está formado por el solo Evangelio de Juan, que no tiene parecido con el grupo anterior.
En los Evangelios sinópticos se puede distinguir claramente un conjunto de palabras de Jesús, concisas, incisivas, rítmicas, que se une enbase a principios mnemotécnicos que nos son conocidos or otros libros de la Biblia. Estos princiios son: elmismo contenido, palabras guias o en cadena, una forma externa precida.
Hubo una colección de alabras de Jesús que la ciencia bíblica ha venido llamando fuente Q y cuya fecha coloca hacia el año 50 d.C. De estas palabras y sentencias, se servirían los evangelistas Mateo y Lucas apra escribir sus obras. Testigo de estos dichos, es también el Evangelio copto de Tomás. Este tiene una introducción dond e se lee: "Estas son las alabras secretas que habló el vidente Jesús". En seguida aparece una serie de dichos dejesús, unidos entre sí sin ninguna estructura narrativa.
De acuerdo a la transmisión oral desarrollada desde anes del exilio y que aparece claramene después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., el respeto que se muestra en la conservación de las palabras de Jesús en los Evangelios sinópticos y en otros evangelios apócrifos, es lógico suoner que estas palabras de Jesús ofrecen continuidad con las palabras mismas que él pronuciaría en su vida terrena.
Poco tiempo después de esta colección de palabras, aparecieron narraciones acerca de Jesus. Es natural que Jesús hubiera despertado el interés en sus discípulos ya desde su fase terrestre Como todo discípulo, los discípulos de Jesús se fijaban en las actitudes de su maestro, en su comportamiento y en lo que le pasaba. Se formó una colección de milagros. Así se tiene al Evangelio de la infancia de tomás, en que aparece en la vida de la infancia de Jesús un milagro tras otro. Lomismo, dejando a un lado la discusión sobre las fuentes que emplearía Juan, haya un consentimiento enque detrás del cuarto Evangelio hay una fuente que cotenía disversos signos. Tal vez empezaba esta fuente con el signo de Caná como el primero de los signos y se terminaría conla afirmación siguiente: "Jesús realizó en presencia de sus discípulos otros muchos signos que no están en este libro·" Jn 20,30.
Esta colección de milaros era una de las maneras que tenía la iglesia para hablar de Jesús. No hay necesidad de ir a buscar su origen en la aretología del mundo ohelenisa. Basta pensar en el transfondo bíblico, en la serie de narraciones milalgrosas de un hobre de Dios. Se pueden inpirarn en la vida de Moises o de algún profeta.
Otro tipo de colecciones del material de jesus, conservado dentro de la relación maesro-discípulo, consiste en aquel material en que Jesús aparece como unrevelador. El Apócrifo de Juan es testigo de este tipo de colecciones dentro del mundo apócrifo. El Acpocalipsis de Juan dentro del mundo canónico, es un especimen de ese tipo. Tal vez detrás de Mc 13 pueda pertenecer a este tipo de colección.
No odemos saber si antes de estas colecciones o conntemporánea a ellas, apareció la narración de la pasión y resurrección del Señor. Su estructura fundamental parece muy antigua y su influencia como prototipo, se ve aun en el Evangelio de Juan, pues éte se ciñe a esta estructura.
Con Marcos aparece un tipo nuevo que toma de las anteriores colecciones y nos da una forma com uesta que va a formar como el prototipo de lo que desñpués se va a llmar Evangelio. Este escrito ova a dar origen a otros parecidos en que se usará su estructura fundamental, acomodada a la indeosincracia y preocupación de cada autor.
Dado que en los Hechos de los Añpóstoles se enuentra una especie de esquema que corresonde más o menos a las fórmulas de fe cristiana rimitiva, se puede conclur que había cierta estructura en la manera de presentar la figura de Jesus al auditorio. No hay que aplicar lo de Von Rad ha propuesto para la génesis del hexateuco, orque seria tomar un rinciio de explicación de un rupo de tradiciones distintas de las de jesús y además esta teoría vonradiana ni siqueira allá corresponde a los datos. En realidad, una fórmula de fe no es origen de un desarrollo doctrinal o narrativo,sino, al revés, es un punto de llegada de lo anterior.
Como la obra de Marcos, existian en el cristianismso primitivo otros intentos de transmsitir palaras o hechos de Jesús. Esto se confirma por lo que dice Lucas en su prólogo al Evangelio. Antes de él, se pude pensar que escribe este autor hacia la década de los ochenta, había habido intentos por presentar los hechos sy dichos de Jesús. El mismo se va a fundar en los relatos posiblemente orales de los estigos oculares y de los ministros de la palabra. Aquí mismo Lucas dice que éstos han ransmitido, se supone, el material acerca de Jesús. Emplea el término técnico paradidonai (transmitir).
Al hablar de estos testigos oculares y ministros de la palabra,no piensa Lucas en los Doce. Forman éstos el núcleo de los que estuvieron presentes ãdurante todo el tiempo que el Señor Jesús anduvo entre nosotrosä Hch 1,21. Son los hiperretes, los que narraban los hechos y palabras del Señor. Los Doce se dedicaron éstos al minitserio de la palabra: Hch 6,4. Predicaban y curaban en nombre de Jesus: Hch 3,6;4,10.18;5,28· Eran testigos de la resurrección: Hch 2,33. La comunidad de Jerusalén se reunía alrededor de la doctrina de los apóstoles: Hch 2,42.
Es claro que Lucas está simplificando un proceso que fue más diversificado y compuesto. Pero, en lo fundamental, está de acuerdo con loo que sucedió.
Los discípulos de Jesús, en concreto, los Doce, según la mentalidad de entonces de guardar lo que había dicho y hecho el Maestro, fguardaron los recuerdos de sus palabras y de ciertos acontecimientos que para ellos erann imortantes. Otros les fueron dando forma encolecciones, como hemos dicho antes. Patre imortante en esto tuvo la atencióln esmerada que se le dio a la muerte y resurreción del Maestro. En esta gestación, el tiempo y las necesidades particualres de cada comunidad fueron, bajo la guia del espíritu Santo, y acomodándose a los principios judios de la actulización de la Tradición, forkjando determinadas obras compuestas que siguierron unesquema que se descubre en los discursos de los Hechos y en las fórmulas de fe. Se puede uno aventurar a pensar que Mateo y Lucas siguieron más en concreto la obra que había compuesto Marcos. Después estas obras en el siglo II d.C. se llamaron Evangelios.
Influencia recíproca entre tradición y Evangelio
la tradición de las palabras y hechos de Jesús se fue unificando, entró en una gestacion literaria que es un proceso de fijación, sea ésta oral o escrita. Adquirieron fijeza estas composiciones. Esta fijeza les vino de un esquema que la autoridad competente de los primeros grupos apoostólicos le impuso. ¿De dónde salió este esquema? No sabemos con seguridad. Las fórmulas de fe suponen la exisencai de una narración que sigue ese esquema reflejado en las fórmulas. Este esquema se encuentra en los Evangelios. Cabe pensar, teniendo en cuanta la predicación apostólica preesentada en los Hechos de los Apóstoles y la autoridad que se le daba a esta doctrna, que de losmismos Doce venía este esquema fundamental, aunque otros los hayan después perfeccionado. Queda abierto el problema de si este esquema corresñponda en su líneas generales a lo que sucesio cronológicamente.
Lo cierto es que la tradición anterior se fijó en los Evangelios. Esta tradición fijó distintos aspectos que para la comunidd primitiva eran imortantges. Piénsese en la manera de ver a Jesús como maestro de la Ley en la colección de los dichos de Jesús; o el verlo bajo el aspecto del poder soberano en la colección de milagros; o el verlo bajo el punto de vista del Señor que revela los misterios de Dios y del fin del hombre o el verlo , finalmente, ante todo bajo la sigura del Siervo de YHWH que carga en su ersona los pecados del mundo, para que éste sea salvo. Estos aspectos de la ltradición de Jesús se conservaron en cada uno se los scuatro Evangelios.
El Evangelio ejerce sobre la tradición una obra selectiva y en esto evita el querer reducir la ersona de Cristo a un aspecto determinado. Integra los distintos aspectos, siendo en esto el Evangelio un baluarte contra la posible absolutización de unou oro aspecto. Así evitará que a la laehga una jerejia quera preentarse con la careta de la tradición. El Evangelio al finar a la tradición y reducirla conservando su diversidad en determinados aspectos, la deja abierta para integrar los distintos ambientes culturales en el camino de la iglesia por el tiempo.
Por esto, en adelante, la tradicion se manifestará en su núcleo que es el Evangelio cuadriforme. Y éste dejará a esta tradición la labor de ir alimentando este núcleo con su vida a instituciones, que harán a este Evangelio manejable y adapable a las necesitades de todos los tiempos en todas partes.
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