Autor: Lic. Ricardo Aguilar Hernández
Universidad Pontificia de México
Los apologetas de los primeros siglos del cristianismo habían cometido el error de absolutizar el término "inerrancia bíblica". San Agustín, por su parte, aun aceptando la inerrancia, estableció que la verdad bíblica lo es en cuanto salvífica; este principio lo adoptó el Magisterio de la Iglesia con el Papa León XIII quien además, dio criterios para afrontar los problemas entre Biblia y ciencias. Luego, el Papa Pío XII aceptó los principios de los géneros literarios para valorar la verdad de los textos y Pablo VI y la Pontificia Comisión Bíblica, confirmaron que los géneros literarios testimoniaban a la Biblia como libro salvífico.
Así brevemente, vemos la naturaleza de la verdad bíblica. El Magisterio eclesiástico, superando las ideas neoescolásticas, concluye en la Dei Verbum nn. 7 y 11 que la verdad bíblica lo es en cuanto salva a los hombres y que fue consignada en los libros sagrados para nuestra salvación. Dicha verdad comunica la fe que salva; así se supera la dicotomía entre verdad semítica y verdad griega que trajo de cabeza a los primeros apologetas.
Por otro lado, existe una relación entre la verdad de la Escritura y la ciencia bíblica. Hay cinco niveles de la verdad bíblica:
1) Verdad real: presencia activa de Dios en la mente del hagiógrafo.
2) Verdad de conocimiento: lo que conoce el hagiógrafo se adecua a los conceptos y
proposiciones que él formuló.
3) Verdad de expresión: adecuación entre lenguaje usado y lo elaborado en su mente tras reflexión.
4) Verdad de verificación: la que da certeza al haber comprobado y controlado el alcance de las expresiones tras recurrir a la realidad contenida en el lenguaje.
5) Verdad hermenéutica: es la recta comprensión de contenidos de la Escritura por parte del intérprete.
Actualmente, existen algunas cuestiones abiertas en el estudio de la verdad de la Biblia. Llamamos "cuestiones abiertas" a temas donde el Magisterio Eclesiástico no ha dado un veredicto único y definitivo. Es tarea de los teólogos cristianos aportar sus conclusiones de investigación.
CUESTIONES ABIERTAS: ¿Son tres las dimensiones de la inspiración o hay más? ¿Cómo se definen éstas?
1) Dimensión de Inspiración en la locución escrita: dinamismo que realiza la obra.
2) Dimensión de Inspiración en la efectividad o perlocución: al ofrecer la salvación en la proclamación kerigmática o litúrgica y en la lectura inspirada.
3) Dimensión de Inspiración en la inlocución: que concreta el sentido bíblico tal y como está escrito, que es acción del Espíritu que coordina al autor humano con lo que Dios quiere comunicar.
OPINEN...
Finalmente, añado un comentario: La razón de la normatividad de la Biblia es su verdad, que mide y regula la vida de fe del creyente. La canonicidad se funda en esta verdad. Ya Luis Alonso Schökel había comentado que los enunciados bíblicos son unidades de significación y ello no puede ser pasado por alto ya que crearía confusiones infinitas.
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